martes, 2 de diciembre de 2014

UN GRAN PASO PARA LA HUMANIDAD

La sola idea de poder tener la posibilidad de admirar las obras de Van Gogh me estremecía.
Conducíamos un auto que rentamos en Amsterdam y con la pericia de Ken y el GPS llegamos al Museo Kröller-Müller, el segundo museo después del Museo Van Gogh con mayor número de piezas del genio holandés en el mundo ¡Viva!, me dije, al fin no andan los gringos por aquí. Las cosas buenas se cocinan en Europa.
Me enteré después que se encuentra en el Parque Nacional Hoge Veluwe, cerca de Otterlo, en los Países Bajos, para nosotros: Holanda. La vieja Holanda y sus molinos y sus tulipanes. Y me enteré también que doña Helen Müller, antes de convencer a su esposo Anton Kröller de dar inicio al museo, poseía la más grande colección privada de Van Gogh: 267 obras, ¡impresionante!, además de muchas obras de arte moderno. Así el Museo lleva el nombre de Helen Kröller-Müller.
Un gran paso para la humanidad ha sido el hallazgo que tardaron 9 años en descubrir: ¡un palimpsesto!





After lengthy research the Kröller-Müller Museum has another Van Gogh painting to its name: Still life with meadow flowers and roses. Its authenticity had been in doubt ever since it was added to the collection in 1974, due to the unusual size of the canvas and the anomalous signature among other things. The work was dismissed in 2003 and has been listed as ‘artist: anonymous’ ever since. Now, nine years later, a team of researchers from the TU Delft, the University of Antwerp, Deutsches Elektronen-Synchrotron (DESY) Hamburg, the Van Gogh Museum and the Kröller-Müller Museum has succeeded in confirming its authenticity. The results are now presented in the article Rehabilitation of a flower still life in the Kröller-Müller Museum and a lost Antwerp painting by Van Gogh, a prepublication of Van Gogh Studies 4. From today, for the first time in its history, the flower piece will be given a prominent position among other works by Vincent van Gogh in the museum’s collection.

A brief history of the painting’s development and of the voyage of discovery that eventually led to this cutting-edge insight follows below
Antwerp 
The story begins in Antwerp, where Van Gogh arrived in late November 1885 and enrolled at the art academy in January 1886. Part of the course was an exercise to paint a pair of wrestlers. Van Gogh’s teacher urged him to purchase a large canvas, new brushes and paint, as Vincent wrote in a letter on 22 January. He himself had no money, but Theo enabled him to buy the materials. A week later he wrote ‘This week I painted a large thing with two nude torsos – two wrestlers’ and that he was delighted with the result. The large canvas was a standard format for figure paintings at the academy in Antwerp.

Paris Van Gogh took the canvas with him when he went to live with his brother in Paris in late February 1886. There, he painted over the wrestlers several months later in a manner that was typical for him during this period, namely without first scraping off the first depiction or painting an intermediate layer over it: he painted immediately on top of it. The doubts about the authenticity of the flower piece were prompted in part by the unusual format for the subject: 100 x 80 cm. Van Gogh’s Parisian flower still lifes are generally smaller, but here the size proved to be determined by the underlying academic piece. Another argument for its dismissal was the flower piece’s uncharacteristic exuberance for Van Gogh, particularly the opulently filled foreground. But that too can be linked to the format and the fact that the artist had to paint over an entire wrestler on that spot.

Kröller-Müller Museum When the work appeared in an auction in 1920, where the Kröllers purchased 26 (!) of the 48 Van Gogh paintings, this floral piece was not among their acquisitions. The painting ended up in various private collections and was not included in the Kröller-Müller collection until 1974. The work was purchased with support from the Rembrandt Association and the Prince Bernhard Fund, in order to ‘save it for the nation’. Ellen Joosten, then senior curator of the museum described the work as both ‘exceptional’ and ‘remarkable’. She found the large size, the abundance of flowers in their lush display of colour and the smooth, ‘rather academic approach’ highly unusual. In the 2003 file catalogue – The paintings of Vincent van Gogh in the collection of the Kröller-Müller Museum – new arguments were raised, adding to the existing doubts. The work was dismissed but remained in the collection.

New research technique An X-ray image made in 1998 already revealed that the flower piece was painted over the other depiction: the scene with the torsos of two wrestlers grasping each other by the arms. This X-ray continued to fascinate researchers. The new research technique MA-XRF (Macro Scanning X-ray Fluorescence Spectrometry) made it possible to analyze both paintings in greater detail. This revealed not only a defining characteristic of the academy in Antwerp, namely that the male models posed half naked in contrast to academies elsewhere, but that the pigments used correspond entirely with Van Gogh’s palette at that time. Furthermore, it was also possible to recognize Van Gogh’s typical brushstrokes in the now far more visible depiction.

Attribution These and other arguments explained in detail in the article leave no doubt that the wrestlers and the flower still life were painted by Van Gogh.
The publication Rehabilitation of a flower still life in the Kröller-Müller Museum and a lost Antwerp painting by Van Gogh (authors: Luuk Struick van der Loeff, Matthias Alfeld, Teio Meedendorp, Joris Dik, Ella Hendriks, Geert van der Snickt, Koen Janssens and Meta Chavannes) is available as a prepublication in the museum shop (English language). Van Gogh: New Findings (Van Gogh Studies deel 4) will be available from June 2012 and is published by WBooks under the auspices of the Van Gogh Museum. 

Project coordination: TU Delft, Universiteit Antwerpen, Deutsches Elektronen-Synchrotron (DESY) Hamburg, Van Gogh Museum, Kröller-Müller Museum
Duration: Mar 20, 2010 - Mar 20, 2012



Today, the Kröller-Müller Museum and the Keukenhof planted a special Vincent van Gogh tulip.
This ceremony marks their cooperation during the Van Gogh year 2015. The coming days 17.000 tulip bulbs will be planted. The flowers will shoot up during spring.

miércoles, 17 de octubre de 2012

MATEMÁTICO



A Gerzy, quien construye algoritmos, con amor...

Los últimos acontecimientos ocurridos en las calles de Numancia mantuvieron a Germán en un silencio casi absoluto. Como buen hombre de números decidió que tras la tempestad viene la calma; así que era mejor tomar las cosas con estoicismo espartano en lugar de tratar de rebelarse ante lo inminente.
Le tomó mucho tiempo, varias caipirinhas (su bebida preferida) y la optimización de encarnizados algoritmos, aceptar la triste e implacable realidad: de nada sirvió que fuera personalmente a entrevistarse con las autoridades de la Generalitat para explicarles, hacerles entrar en razón, y decirles que no debían derribar el edificio de la esquina de Marqués de Senmenat. Era viejo, cierto, pero guardaba el tesoro preciado, la herencia de los siglos.
El Imperio Romano, habiéndose establecido en las profundidades del Barrio Gotic en algún momento de su existencia, subrepticiamente, designó un par de selectos alcaldes para que se trasladaran al que ahora se conoce como el Barrio de Les Corts y realizar ahí ciertas secretas maniobras, dice la historia. No obstante la escasa información al respecto, ahora se puede explicar la razón incuestionablemente relacionada con el tesoro, de las excavaciones del traspatio.
Germán consultó a los historiadores de la Autónoma, de la Pompeu Fabra, de todas las universidades, entrevistó a los académicos de la ciudad, pasó días, semanas enteras casi sin comer en las bibliotecas tratando de desentrañar el enigma. Se alejaba ciertamente de sus investigaciones sobre el cálculo de campos electromagnéticos, pero había encontrado por primera vez en su vida –y se consideraba a sí mismo pionero- una pista que le llevaría a observar la reunión de todos los puntos posibles, la unidad infinitesimal, el codiciado aleph.
Sabía de antemano que nunca lo lograría. Pero aún a sabiendas, quiso correr el riesgo como buen heredero de Borges.
Todo comenzó la primavera de 2002 mientras paseaba por las Ramblas. Miraba las estatuas humanas, las pinturas, los roedores..., y de repente se le apareció, como una epifanía, la mirada artera de Laura. No escuchó lo que ella graciosamente le decía como invitándolo a dar unos pasos de cierta samba brasileña, no precisamente bien acompasada pero llena del sabor latino. Por supuesto que sabía bailar, había vivido dos años en Sao Paulo y conocía tales veleidades; sin embargo, su temperamento flemático le impidió condescender y, viéndose flanqueado, decidió volver atrás y mantenerse a distancia.
Laura no invitó a nadie más. Germán se preguntaba –con verdadero pánico- si en sus ojos había encontrado la solución o, mejor dicho, la intersección de los puntos, la respuesta, la pregunta, la pauta. No quiso mirarla detenidamente. Le aterraba verse sorprendido.
Laura se convenció de que había algo en ese chico que la ataría a su lado.

Tres semanas más tarde, frente al inminente plazo de entrega de resultados de la investigación sobre la energía radial, el 15 de agosto, Laura se presentó en el laboratorio para sorpresa de sus compañeros de trabajo. Germán hizo como si no la conociera. Siguió trabajando en el algoritmo de interpolación de campos, recitando en voz baja, como encantado, Mandelbrot, Mandelbrot, Muhammad ibn Musa al-Jwarizmi (quien, por cierto, fue el inventor del algoritmo), Mandelbrot, al-Jwarizmi, Borges…, decía entre dientes.
Laura lo sorprendió colocando su cara entre él y el ordenador: -«¿Rezas?», le dijo.
-«A veces»-, respondió Germán.
-«No, tonto, te pregunto si estás rezando en este momento»-, insistió Laura.
Germán sabía que acabarían comiendo juntos en la cafetería de la Facultad. Temía que Laura fuera, además de una deliciosa inquietud a sus sentidos, un enigma más de los tantos que tenía por resolver.
Así que pensó y se dijo a sí mismo: -«No, vete, mejor no, vete ahora; la tentación de mirar de nuevo el aleph es como agua de mayo para mí, pero no ahora, será mejor después, cuando haya resuelto el algoritmo».
Caminaron. Intercambiaron ideas e ideales. Se mostraban como viejos conocidos. Germán le rehuía la mirada. Por primera vez en su vida adulta…, tuvo miedo.
La sensación fue parecida, pero superior, a la experimentada varios años antes en la esquina de Corrientes, en la Capital Federal, Buenos Aires -por supuesto- tras la persecución de la huella de Beatriz Viterbo y de la vieja casona de Carlos Argentino.
Al final de la tarde, cuando se asomaban casi inútiles los últimos rayos de sol, ahí, entre los árboles de los jardines de la universidad, lo miró resplandeciente. El aleph se encontraba colocado, instalado, depositado, raptado, en el interior del verdoso iris de Laura. Germán miraría solamente uno de los ojos de Laura, uno, con uno le bastó. Estaba estupefacto. La multiplicidad de las líneas y filamentos del iris fue como un túnel de placer. Germán se dejó llevar, absorto. Calculaba, medía, intentaba realizar operaciones mentales con sistemas notacionales que le permitieran entender luego. Luego, la despedida. Germán sabía que tendría que visitar el escondrijo de Marqués de Sentmenat y beber de su cáliz la sabiduría.
Laura no entendía muy bien el proceso. Ella se explicaba a sí misma, y a Germán, que lo que él había mirado en sus ojos era amor. Germán sonrió.
Y luego…, destruyeron el edificio. 

martes, 12 de junio de 2012

Carlos Fuentes, Aura y yo


Corría el año de 1967. La televisión mexicana se engalanaba con un programa sin precedentes: Encuentro, auspiciado por el Instituto Mexicano del Seguro Social. El intelectual “Bachiller” Álvaro Gálvez y Fuentes dirigía una mesa de entrevistas a personajes que harían historia.

Recuerdo que en esos años los niños y adolescentes casi no veíamos televisión. Sin embargo, en mi familia solíamos merendar temprano -como eran las costumbres mexicanas- y después todos juntos veíamos algún programa televisivo, siempre y cuando fuera de interés cultural. Pude disfrutar de las figuras que transitaron por esa mesa del bien llamado “Bachiller”, don Álvaro Gálvez y Fuentes, quien compartía ese espacio con Marshall Macluhan, Abraham Moles y  Umberto Eco, entre otros pensadores, quienes profundizaban en lo que se conocía como la sociedad de masas.

Una de las entrevistas que marcó mi vida fue la que conjuntara a Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa y Carlos Fuentes. He buscado alguna copia de los programas de Encuentro y no es posible volver a disfrutar las magníficas preguntas del intenso y muy bien informado “Bachiller”, abogado y periodista, hombre certero y audaz, así como las extraordinarias declaraciones de los célebres entrevistados.

Tengo en mi memoria algunas respuestas que están grabadas de forma indeleble, salvo las líneas exactas que dijeran los grandes escritores. Así, al preguntar el “Bachiller” a sus invitados sobre lo que les recomendarían a los jóvenes escritores, recuerdo muy bien que Jorge Luis Borges contestó: “Que lean, quien no ha leído Las mil y unas noches no ha leído nada”; García Márquez dijo: “Que observen, hay que observar para luego contar”; Vargas Llosa señaló: “Que escriban, ser escritor es como cualquier oficio, se debe uno sentar a escribir ocho horas diarias y no esperar a la musa de la montaña que nos dé inspiración”; Cortázar indicó: “Que imaginen”; y Carlos Fuentes mencionó: “Que sueñen”.

Algunos de estos grandes escritores ya se han ido. Sin embargo sus obras, maravillosas todas, han quedado en las bibliotecas del mundo, en las personales, en los textos escolares, en las citas triunfales de los maestros de las aulas, en las traducciones, en todos los rincones del planeta, en el corazón y en la mente de quienes hemos tenido la fortuna de degustar sus obras, recordar sus metáforas, reconstruir la grandiosidad de sus mundos, embelesarnos, sufrir, encontrarnos, palpitar y llorar.

Tras la fortuna de haber tenido semejantes maestros, ¡y además por televisión!, aunque no existía ni el sonido cuadrafónico, estéreo o dual; ni había aún color, los veíamos a todos en blanco y negro y con fallas de transmisión; no había televisiones planas ni de plasma -LCD o LED- ; ni televisión digital ni de cable ni nada de estos artilugios. A pesar de todo eso quienes tuvimos la oportunidad de ver esas entrevistas bebimos de la fuente de la sabiduría y la literatura de los más encumbrados escritores de la literatura hispanoamericana contemporánea.

Decidí estudiar Letras Hispánicas y poco a poco descubrí mundos posibles e imposibles, la grandiosidad y la fuerza desgarradora del llamado Boom latinoamericano: Augusto Roa Bastos, José Lezama Lima, Jorge Amado y José Donoso, además de los escritores mencionados con anterioridad. Me asombré ante el “realismo mágico” y reconocí que estaba viviendo una etapa maravillosa como lectora y como ser humano.
Entonces fue la delicada y a la vez impetuosa pluma de Carlos Fuentes quien me llevó de la mano. Me acerqué a La región más transparente y encontré la radiografía del México de los años cincuenta; sufrí y me estremecí en la reconstrucción de la vida de un personaje durante su agonía en La muerte de Artemio Cruz; conocí los secretos del espionaje con La cabeza de la hidra; descubrí las vicisitudes de Hernán Cortés, La Malinche y el primer mexicano de la historia en Todos los gatos son pardos; exploré la historia de España y América Latina de más de quinientos años en el ensayo El espejo enterrado, obra en la cual se maneja el concepto de la ‘otredad’ en una de sus mejores manifestaciones; he recibido las enseñanzas de Gringo viejo y sus avatares revolucionarios. En la obra Terra nostra se perfilan distintas interpretaciones del pasado, se crea una noción interdiscursiva de la historia por medio de la intertextualidad y se procuran aspectos simultáneos de la realidad. Hay un sinnúmero de experiencias al seguir la trayectoria literaria de Carlos Fuentes.

Pero sobre todo inquietante, siniestra, convulsa; siempre me he sentido vibrar con Aura.

Comprometido políticamente, traducido a 24 idiomas, poeta, ensayista y el más celebrado novelista mexicano: don Carlos Fuentes, gracias por habernos prodigado tantos mundos posibles y mágicos con su deslumbrante e inextinguible pluma. Descanse en paz.



Susana Arroyo-Furphy
Publicado en Hontanar www.cervantespublishing.com

lunes, 7 de mayo de 2012

El Día Internacional del Libro y la monarquía


Monasterio de Rila

En 1996 tuve la oportunidad de participar en un congreso en la ciudad de Sofía, Bulgaria. En esa ocasión se celebraba el recientemente decretado Día del Libro, además de recibir por primera vez, tras 50 años de exilio, a quien fuera el rey Simeón II, Simeon Borisov Sakskoburggotski, que estaba hospedado en mi hotel. O, mejor dicho, yo me encontraba hospedada en el mismo hotel en el que estaba el Rey; eso lo advertí pues un día que llegué de visitar el imponente Monasterio de Rila, enclavado en los agrestes Balcanes, había fotógrafos y reporteros por todas partes, y me pidieron una identificación para poder entrar al hotel. Yo les dije que mi pasaporte y la llave de la habitación estaban en la recepción del hotel pues tenía indicaciones de salir con lo necesario solamente ya que… así era mejor.
Finalmente, conocí al Rey. Bueno, lo vi de lejos. Todos los ahí presentes lo aclamaban. Dado mi nulo conocimiento del idioma búlgaro, me acerqué a un fotógrafo a quien pregunté en inglés si la gente lo quería y me contestó que lo amaban.
Asistí al congreso In Honorem a Roman Jakobson –no hay un lingüista en el mundo que no haya leído su obra; existen cientos de volúmenes en su honor– y presenté en ese entonces un paper titulado Meaning and Sens in the poem Primero Sueño by Sor Juana Inés de la Cruz (Significación y sentido en el poema Primero Sueño de Sor Juana Inés de la Cruz); dada mi inclinación al estudio del poema de la monja jerónima.

domingo, 6 de mayo de 2012

El misterio de las palabras, de Victoria Navarrro


Pocas veces he leído relatos de misterio y suspenso con sincero detenimiento. Pensaba que el tema había sido extensa e intensamente tratado. Así, decidí que desde Arthur Conan Doyle o Edgar Allan Poe; Umberto Eco o Jorge Luis Borges, maestros en el tema, no había nada nuevo bajo el sol. Ahora, con respeto, me encuentro frente a una escritora que ha hecho las delicias de algunas de mis noches.
Sucede que tras el arduo trabajo diario me refugio en la lectura un par de horas antes de dormir. Pero yo no leo, degusto. Es decir, si la lectura me atrae leo despacio, casi palabra por palabra. Me agrada olfatear, saborear, catar, beber y apreciar con amplio detenimiento la lectura que se irá conmigo paulatinamente, en mi cerebro, hasta alimentar mi sueño.
Es así como me he encontrado con este libro que se apetecía enigmático, ya que su título El misterio de las palabras me sedujo entre las varias decenas que se ostentan en mi biblioteca. Noche tras noche divago entre los clásicos, algunos poco conocidos y la poesía, que es mi fiel compañera; amén de la semiótica, mi derrotero. La seducción se ha ejercido en mí por lo misterioso y por las palabras, que para mí evocan significado, forma y contenido.

jueves, 19 de abril de 2012

No todo lo que es oro, brilla...


Cuando vi la cinta The girl with the Dragon Tattoo (2011, David Fincher) sabía que no encontraría nada original ni mejor ni necesario, pero aún así cometí el error de verla. Después de la gran satisfacción que dejara en mí la original película sueca, y tras haber leído los tres libros de Stieg Larsson, valiente periodista, feminista a ultranza, me he dado cuenta que la industria del celuloide es cada vez más industria que arte y es tan plástica que yo he visto a una chica que parece marciana más que una hacker inteligente y tenaz, valiente y vulnerable; se trata de una incipiente actriz a quien la Academia ha nominado, sí, a esta chica marciana, quien nos muestra unos piercings recién hechos, unas cejas decoloradas para parecer rara y una actitud a la que se advierte con facilidad que fue forzada a imitar a la incomparable Noomi Rapace, la actriz original de la película basada en los libros de Millenium.

martes, 29 de noviembre de 2011

Y ahora todos ¡a cocinar!


Me ha llamado la atención la gran cantidad de películas en las que el tema de la gastronomía se encuentra presente, además de los numerosos programas en los que cocinar forma parte indiscutible de la vida diaria televisada. De pronto los cocineros y sus vidas se han presentado como fundamentales –¡ya era hora! – en la cinematografía. Y digo que esto ha ocurrido en fechas recientes pues ni a los franceses ni a los italianos –los menciono por su excelente cocina– se les había ocurrido utilizar el tema y explotarlo o comercializarlo en serie, como lo hacen ahora –desde luego, ¡cómo iban a quedarse atrás!– los norteamericanos.
Hace varios años tuve la oportunidad de encontrarme en el estreno de una película que ha marcado un hito en la historia del cine y además en la historia de la temática culinaria en la filmografía. Se trata de la cinta danesa Babette’s Feast dirigida impecablemente por Gabriel Axel. Vuelo en el tiempo y me sobrecoge la idea: han pasado ya 23 años. Llamada en español El festín de Babette esta película ha rebasado la mayoría de edad así como la cualidad de ser pionera en su especie y en la temática; ya que a partir de entonces se han filmado numerosas producciones con el tema del chef y un poco de cocina por aquí y por allá.

viernes, 23 de septiembre de 2011

HIMNO

Era la primera vez que Sonia escuchaba el Himno Nacional tras haber vivido cinco años fuera de México. Se preguntaba la hora que sería allá, del otro lado del mundo, su mundo, e inmediatamente hizo clic en el marcador que siempre tenía a la vista con la hora de algunas ciudades importantes… para ella. Eran las 12 de la noche o las 12 am como decimos los mexicanos (tiempo del centro, como se suele decir), y en todas las radiodifusoras se toca el Himno a esa hora. Se preguntaba el porqué.
Escuchaba Radio Imagen para seguir los debates políticos. Enrique le había recomendado esa estación e instaló el sitio en el portátil, lo cual resultaba conveniente. Ahora, al oír el tono y las palabras de los mexicanos se reconocía, era una de ellos, quizá ése era un buen pretexto para estar cerca de los suyos, era la mirada en el espejo o mejor dicho, la voz reflejada.
A lo largo de los primeros acordes de ese himno que cantara toda su infancia escolar con la mano colocada a la altura del pecho, el pulgar hacia abajo, firme, el codo bien levantado, la actitud de respeto hacia la escolta y desde luego hacia la bandera mexicana, un frío estremecedor recorrió todo su cuerpo. Y no era por el aire acondicionado que tenía al máximo -o mínimo, mejor dicho- sino por el remolino de recuerdos e imágenes que se conglomeraban en su cabeza. Dejó de escribir por algunos instantes. Pensó por qué escuchaba esa música, por qué ahora, por qué le afectaba. Se sintió perturbada.
La niñez de Sonia y gran parte de la adolescencia transcurrieron como ríos de afluentes imágenes, en ellos las risas y los gritos de los vecinos, la mirada artera de los adultos, historias de brujas y aparecidos por las tardes, lecciones diarias con las monjas salpicadas de oraciones y pellizcos, el bullicio de la ciudad, los olores, los sabores cuajados de color, las graciosas celebraciones, la inocencia diluida en retazos…

Continuó la programación de la radio como si nada y como si nada la siguió escuchando, luego Tears in Heaven, la vieja canción de Eric Clapton que de alguna manera ahora adquiría sentido.
A Sonia le incomodaba escuchar esa música en una radiodifusora mexicana, pues lo que quería era música en español, ya que si deseaba otro idioma simplemente encendería la radio local. Ahora, la locutora: “If you live in Mexico City…”; Sonia se dijo: “¿qué onda?” (al estilo de los jóvenes citadinos). Se sintió mal de oír su ahora propia estación en inglés…? En fin, pensó, esto de la globalización nos está alejando de nuestras raíces; pero ¿cuáles son nuestras raíces…? ¿El náhuatl?, pues entonces tomó un manual para aprender el melodioso idioma, reconoció las primeras lecciones de don Marcelino Hernández Beatriz y sollozó ante las imágenes de los indígenas, sus indígenas, los de ella.
Seguía escuchando la música y entonces lo indecible: “Neon Rainbow” de los Box Tops:
The city lights, the pretty lights,
They can warm the coldest nights.
All the people going places,
Smiling with the electric faces.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Violencia, muerte, desastre...

Violencia, muerte, desastre… la tristeza de la actualidad.

Algo está pasando en nuestra sociedad. Antes se hablaba de la decadencia del fin de siglo. No estamos en el fin del siglo. Antes había una suerte de esperanza; ahora no la hay. Nos encontramos en una situación que en retórica se llama lítote, que es una figura retórica, relacionada con la ironía y el eufemismo, mediante la cual se afirma algo, disminuyendo (atenuando) o negando lo que se dice. Por lo tanto estamos inmersos en la negación de lo que se dice: vamos por buen camino, seguimos adelante, las cosas mejoran. Todo eso es tan incierto como inverosímil.
La realidad es que el mundo está sufriendo tanto los repliegues del cambio climático, oleadas de desesperación: tsunamis, terremotos, inundaciones; como las implacables e interminables guerras en el Medio Oriente, los desesperantes gritos de libertad en África, los embates clandestinos en México, Centro y Sudamérica; así como el colapso del “Gigante del norte”, es decir el derrumbe de la hegemonía norteamericana, las interrogantes constantes y zozobra de Europa, así como la imposibilidad de lograr un estado de derecho en los países que se autoproclamaban libres, soberanos y democráticos.
Quisiera ser optimista y blandir la bandera de la paz y el amor, regresar el tiempo a los años 60 y 70 cuando los jóvenes creían (creíamos) que era fácil conquistar el mundo. Curiosamente o mejor dicho tristemente esos jóvenes de los años 60 y 70 son ahora los dirigentes de un mundo caduco y mal mirado (en lítote o ironía al poema de Sor Juana: “un afán caduco y bien mirado”). Sin embargo, continuando con el maravilloso poema de la monja virreinal, podemos concluir: “es cadáver, es polvo, es sombra, es nada”. Pues por si todo lo anteriormente enumerado no fuera poco, tenemos a un hombre perverso, diabólico, ensañado con el mundo, loco, monstruoso e infame que aniquila a casi un centenar de jóvenes en una isla en la remota Noruega. Un asesino, cuyo nombre preferiría no mencionar pero que se hace llamar Anders Behring Breivik, sin más razón que su locura, ha tomado el arma asesina y ha disparado sobre decenas de adolescentes, inocentes; al tiempo de proclamarse contra el islam, el marxismo y el multiculturalismo.
El mundo entero está de luto.
Anders no solamente asesinó a 92 personas, ha aniquilado la esperanza en la humanidad. Esto es el vivo retrato de la infelicidad y la desgracia. La declaración de Breivik sentenció que las muertes fueron "atroces pero necesarias". Y pensábamos que nos habíamos deshecho del nazismo.
¿No fue acaso durante la “administración” Bush que nos deshicimos de Saddam Hussein por sus múltiples crímenes a la humanidad? ¿Acaso no estábamos libres de tanto pecado? Éstas y muchas interrogantes se suman a las de cada lector, cada hombre y mujer cabal, con sentido común, con sentido moral, ¡con amor a la vida!

lunes, 4 de julio de 2011

Nuestra Señora de la Cueva

“She and the Storm God are the major deities of this realm”. Esther Pasztory.
Que llueva, que llueva, la Virgen de la Cueva…
Uno de los procesos arqueológicos más fascinantes de los últimos años es el que ha revelado la existencia en Teotihuacan de múltiples cuevas naturales. Esto llevó a postular la noción de inframundo como parte integrante del paisaje espiritual teotihuacano.
Las fuerzas superiores nos deslumbraron, nos atajaron, nos transmutaron. Nos convertimos entonces en seres sin cuerpo, solamente dibujados. Nuestras cabezas se hicieron penachos, nuestros torsos se emplumaron. La saliva que corría por nuestras bocas y esófagos se tornó en savia. Nos desollaron.

viernes, 24 de junio de 2011

Carta a Leonora Carrington de Sofía G. de Buzali

Carta a Leonora Carrington
sofía g. de buzali
La última vez que te vi, Leonora,  fue un domingo, días antes de tu último cumpleaños. Hoy ya no estás físicamente entre nosotros, pero sé que te encuentras en otros mundos paralelos, mirando el devenir de los tiempos…
 Recorrimos el periférico tras la carroza. 
Acompañamos a Pablo y a Gabriel.
Fue un entierro discreto, digno.
 Miré a tus hijos, que llevaban en silencio una tristeza insondable. Vimos la fosa en la que fuiste colocada y observamos como los sepultureros descargaban sobre el féretro la tierra fresca.   
Yeso
Láminas de cemento
Yeso
Tierra

domingo, 12 de junio de 2011

Democracia Lingüística




En la actualidad hay 420 millones de personas que hablan español como lengua materna y 500 millones que la hablan; es la cuarta lengua por número de hablantes, después del mandarín, el hindi y el inglés; y la segunda más hablada como lengua materna, sólo superada por el mandarín (de acuerdo con el último dato de la ONU).
El español es la lengua romance de mayor difusión en el mundo, se habla en EE. UU., en España, en México, en América Central y en casi toda América del Sur.
Curiosamente, aun cuando el español de un hablante de Madrid y uno de la Ciudad de México o Bogotá o Montevideo (ciudades capitales) es bastante homogéneo, el español de un hablante de una población pequeña, aislada o con influencia de otras lenguas, manifiesta sendas diferencias.

miércoles, 18 de mayo de 2011

GITANO

Hace dos años conocí a Don Julián, un hombre afable a quien le gusta conversar. La otra tarde lo miré ahí, sentado, en el banco que está luego de la Plaza Artòs y las tiendas de la calle que sube a Sarrià. Como tenía tiempo, me senté a saludarlo. Don Julián siempre tiene historias.
–¿Te he contado lo que le pasó al “Gitano”? –me dijo.
–No –le contesté.
–¿Quieres escucharlo? Pues yo soy hijo de molineros, de Castilla-La Mancha, ¿lo recuerdas?
Apenas me permitía balbucear. Él quería hablar.
–Cuando yo era muy pequeño, apenas estaba así –me lo mostraba levantando la mano y midiendo unos 70 centímetros del suelo– creo que tendría como seis o siete años, mi padre contrató a un hombre, le llamaba “Gitano”. Este hombre venía con su esposa y unos siete hijos, había uno de mi edad, Antonio, y nos hicimos amigos.
Don Julián hablaba con las manos, las movía emocionado, parecía ver lo que contaba.
–Nosotros éramos muy ricos, no nos faltaba nada. Había vacas, cabras, ovejas, ganado variado, además animales de la granja: gallinas que daban huevos frescos todos los días. Se cultivaban verduras; teníamos árboles de frutas variadas, ciruelas, manzanas, melones, había de todo y desde luego: harina. Mi madre era una mujer rica y generosa, daba a todos de todo. A la mujer de “Gitano” le decía –eso lo recuerdo con claridad–: “toma harina, toma fruta, toma verdura, toma aceite, toma jabón, toma leche”. Le daba de todo.

lunes, 2 de mayo de 2011

Acuérdate de Acapulco, María Bonita...

Hace algunos años, en 2002, murió María Félix, “la Doña”, considerada una de las mujeres más bellas de México y del mundo fílmico. Con su muerte se cerraba una etapa de las divas mexicanas, de las cuales “la Doña” las encabezaba. Sus participaciones en “Doña Bárbara” y “Doña Diabla” le dieron el sobrenombre de “la Doña”. Junto con un puñado de bellas y talentosas mujeres: Andrea Palma, Dolores del Río, María Elena Marqués, Columba Domínguez, Emilia Guiú, Marga López, Katy Jurado, Rebeca Iturbide, Rita Macedo, Gloria Marín y Blanca Estela Pavón, se cierra el ciclo de las “divas mexicanas”.
Quizá en la actualidad el título de “diva” pueda darse a la única actriz que ha representado a México con su belleza y talento: Salma Hayek.
María Félix fue dirigida por Juan Antonio Bardem, Jean Renoir, Luis Buñuel, entre otros grandes directores, y principalmente por quien la dirigiera en varias ocasiones: Emilio “Indio” Fernández.

jueves, 7 de abril de 2011

De las bibliotecas personales y los libros más deseados

Desde pequeña desarrollé el placer de la lectura, una de las más grandes inquietudes de mi vida. Solía proteger mis escasos libros como joyas preciadas.
Empecé a formar mi biblioteca con un libro que aún conservo: El galano arte de leer. Los autores son Jesús Domínguez Rosas y Manuel Michaus. Quizá estos nombres no le dicen nada a muchas personas, pero puedo decir con orgullo que fueron mis maestros. Ellos, en la escuela secundaria, me enseñaron realmente a leer: a disfrutar de la lectura. Ahí se encuentra tanto un extracto de Platero y yo de Juan Ramón Jiménez, como El ruiseñor y la rosa impregnado de la visión esteticista de Óscar Wilde; y muchas lecturas más. 
Al paso del tiempo, en mi vida adulta, he continuado disfrutando el encanto de los libros; leer y adquirir, compartir, recomendar, buscar y muchas veces haber encontrado algún ejemplar altamente anhelado, han sido actividades cotidianas a lo largo de mi vida.

viernes, 11 de marzo de 2011

¿Por quién no doblan las campanas?

Nadie es una isla, completo en sí mismo; cada hombre es un pedazo de continente, una parte de la tierra; si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia. La muerte de cualquier hombre me disminuye porque estoy ligado a la humanidad; por consiguiente nunca hagas preguntar por quién doblan las campanas: doblan por ti. 
John Donne, Devotions Upon Emergent Occasions

Ernest Hemingway tenía muchas habilidades, desde chico fue precoz, audaz y de inclinaciones artísticas; no obstante, Luis Villoro en el Prólogo a ¿Por quién doblan las campanas? (For Whom the Bell Tolls), lo retrata como “un experto en caza mayor, un consumidor récord de whisky y un aficionado a los deportes sanguinarios, que sólo escribía cuando una tarde de lluvia le impedía ir a los toros”. Paradójicamente, reconocemos en su novela sobre la Guerra Civil y cuyo título fuese inspirado por John Donne, autor de la cita que abre este artículo y que fuese un poeta inglés metafísico del siglo XVI, una sinceridad a veces conmovedora, como lo define el propio Villoro, para luego agregar: “Hemingway pretende hacer de la escritura una actividad física que transmita un “golpe” y deje a la vez una sensación de cansancio y vacío”.   

martes, 1 de marzo de 2011

Black Swan o ya no hay amor en el cine

El título de la novela del italiano Rafael Bastier escrita en 1932 y llevada a la pantalla por Henry King, en 1942, con las impresionantes actuaciones de Tyron Power, Maureen O’Hara y Antony Quinn, The Black Swan,  ha servido de inspiración a Darren Aronofsky para realizar una cinta de audaces dimensiones.
Aronofsky, como buen director, ha tenido el gran tino de contar con excelentes protagonistas –conveniente caza de un lince– y hacerse además de provechosas  novelas. Así lo demostró con Ellen Burstyn y Jeniffer Connelly, en Requiem for a Dream, 2000, basada en la novela de 1978 de Hubert Selby, Jr., filmada tras la incipiente P (Pi), con Sean Gullette, en 1998. Mucho tiempo después Hugh Jackman y Rachel Weisz -actual pareja de Aronofsky–, participaron en la poco afortunada The Fountain, en 2006. Más tarde, un formidable Micky Rourke, perfecto para el papel del que será, de hecho, un clásico filme: The Wrestler, en 2008. 

viernes, 4 de febrero de 2011

La Reina Roja y Sor Juana Inés de la Cruz

“Y sigue la mata dando”, como dicen en mi pueblo. Ahora no se trata de Cristóbal Colón ni de la Reina Roja, sino de una de las más grandes plumas del barroco mexicano: la monja jerónima autora del majestuoso poema Primero Sueño y de otras importantes obras literarias, Sor Juana Inés de la Cruz, en cuyos restos se practicarán pruebas de ADN.


viernes, 21 de enero de 2011

viernes, 10 de diciembre de 2010

The Kids are (quasi) All Right

La canción The Kids are Alright escrita por Pete Townshend de la banda británica The Who y que apareciera en el álbum My Generation en 1965, proporciona el título de la cinta cuasi homónima The Kids are All Right (2010) dirigida por Lisa Cholodenko, quien nos descubriera previas realizaciones, entre ellas: Laurel Canyon, buena muestra del talento de Frances McDormand y High Art en la que expone la intimidad de una fotógrafa, protagonizada por Radha Mitchell.
Una de las mejores y mayores cualidades de la cinta The Kids are All right es la presencia de Annette Bening/Nic, y Julianne Moore/Jules. El tema o la perspectiva de esta cinta podría situarse desde los niños: Mia Wasikowska/Joni, hija de Annette/Nic; y su cuasi hermano Josh Hutcherson/Laser, hijo de Julian/Jules; con lo cual queda demostrada la relación virtual del contenido de la cinta con su nombre. Es de llamar la atención la elección de los nombres de los actores principales, quienes sostienen la trama bajo sus hombros; los nombres, de hecho, son ambivalentes en cuanto a su objeto referencial: femenino/masculino.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Una epifanía

Del mar y sus peligros


Si los riesgos del mar considerara,
ninguno se embarcara; si antes viera
bien su peligro, nadie se atreviera
ni al toro bravo osado provocara.
Sor Juana
En las tinieblas de la noche oscura me hallé a mí misma, sola, desnuda, como en un espejo de mil reflejos de colores pardos. Entretenida y misteriosa mi alma vagaba cual quimera fina, derramada en incontables haces de luz líquida, dulce y dócil. Erré el camino dominado por espantos, duelos y tristezas, una vez y otra cual mínimo pájaro herido de muerte que hubiese surcado cielos, sin advertir sus tiernas alas, aquéllas que no pueden volar tan alto, ah, si los riesgos del mar considerara este triste aprendiz de hombre, de poeta, de sabio.
Aniquilada por el temor de la incertidumbre entendí que mi cuerpo era frágil, cual nívea flor del monte que crece con el viento galopado en su corola; frágil como quien mantiene los pies sumidos en la tierra agreste y se mece al vaivén del huracán. Así como la flor, como el cactus y el nenúfar, ninguno se embarcara; si antes viera, si pudiese decidir, presagiar o reconsiderar la acechanza de los males; y que bien su peligro, nadie se atreviera a intentar, al menos, escapar deslizándose por entre las sombras como si se pudiese esquivar los enigmas de la vida misma, como si se desnudara el alma ni gozosa, ni triunfante, ni al toro bravo osado provocara temor, esplendor divino. Ni ciencia más cierta fuera.

 Susana Arroyo-Furphy

martes, 9 de noviembre de 2010

ANIVERSARIO DEL NACIMIENTO DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ

El mundo de las letras está de plácemes. Nos encontramos celebrando en este mes de noviembre el aniversario del nacimiento de la Décima Musa, Sor Juana Inés de la Cruz.
Sabemos que Sor Juana o Juana de Asuaje (a.k.a. Asbaje) nació en la Hacienda de Panoayan, propiedad de su abuelo, ubicada en Amecameca, un municipio perteneciente al Estado de México, muy cerca de los volcanes.
Hace dos años, en el 2008, se celebró en México un homenaje a Sor Juana llamado “Musa de los Volcanes”. En esa ocasión, el sorjuanista Augusto Vallejo de Villa presentó documentos probatorios en relación con el apellido de Sor Juana, que siempre se había considerado “Asbaje” y ahora sabemos que ha sido “Asuaje”, esto debido principalmente al cambio lingüístico propio de cualquier lengua en constante evolución, así como de la ortografía que en esos tiempos era difícil de atestar.

sábado, 30 de octubre de 2010

La imperturbabilidad del cine anglosajón

El cine del Reino Unido de las últimas décadas ha experimentado grandes cambios. Sin embargo, en la actualidad podemos encontrar una tendencia a la ironía, la sátira, la malevolencia, como características del clásico cine anglosajón; recordemos a Sir Alfred Hitchock, Sir Lawrence Olivier, Sir Sean Connery, Sir Michael Caine; y entre las damas: Dame Hellen Mirren, Dame Judi Dench, Dame Maggie Smith, Vanessa Redgrave, Charlotte Rampling, por mencionar algunos de los más sobresalientes.
Con directores y actores, músicos, editores, adaptadores y personal que colabora en hacer una película, se continúa exaltando la tradición cultural del cine inglés, así como el cine anglosajón. En este artículo me he centrado en el cine inglés y su herencia anglosajona en los países de Australia y Nueva Zelanda, como un marco general y particularmente en la cinta inglesa Wild Target, de Jonathan Lynn (2010).

jueves, 7 de octubre de 2010

Cristóbal Colón: ¿catalán, gallego, portugués o judío?

Hace varios años tuve la oportunidad de participar en un congreso en Sevilla. Dos visitas son obligadas si está usted en Sevilla, una es el Río Guadalquivir -entre naranjos y olivos- y la otra, la Catedral, cuya majestuosidad nos recuerda lo que se dijera al edificarla: “Hagamos una Iglesia que los que la vieren labrada nos tengan por locos”. La Catedral de Sevilla fue construida en 1401 con bóvedas góticas y multiforme iconografía. No se puede dejar de admirar La Giralda, torre sin igual construida por Ahmad ben Bassu y Alí de Gomara en la parte musulmana -entre 1172 y 1198-; y por Hernán Ruiz Jiménez en la manierista, entre 1557 y 1569. Una de sus múltiples características es la de poseer el mejor campanario del renacimiento eruopeo. Y si aún conserva usted un buen par de piernas pues puede ascender sus 104.5 m., sin escaleras, con 35 rampas inclinadas que solían subirse a pie o a caballo y desde cuya cúpula deslumbra la ciudad hispalense.
En la Catedral de Sevilla se encuentra, entre varios mausoleos, la tumba de Cristóbal Colón.

lunes, 9 de agosto de 2010

Apostillas al título del poema "Primero Sueño", de Sor Juana Inés de la Cruz

Las dificultades semánticas que entraña el título del poema a causa de la palabra ‘sueño’ han sido analizadas por Octavio Paz, Robert Ricard y Georgina Sàbat de Rivers, entre otros estudiosos. Octavio Paz propone que la acepción de ‘sueño’ se inscriba en un estudio sobre el significado de algunos elementos esenciales del poema como ‘pirámide’, ‘piramidal’, ‘sueño’ (la palabra misma), para condensar una visión global del efecto de sentido.

Paz sugiere que el dormir del mundo también podría llamarse “El triunfo de la noche”. El crítico y poeta mexicano maneja el término ‘pirámide’ como uno de los más significativos del poema y sugiere la existencia de dos pirámides, una de sombra y una de luz, esto lo hace basándose en lo anteriormente expresado por el crítico alemán Karl Vossler, así como en otros estudiosos. La pirámide de sombra es la imagen del mundo sublunar, donde imperan el accidente, la corrupción y el pecado. Vossler sugiere la oposición de las pirámides y relaciona esta idea con la disertación de Athanasius Kircher en su Obeliscus Ægiptiacus, publicado en 1666.

domingo, 11 de julio de 2010

Sor Juana, su vida y su Sueño

En una pequeña población llamada San Miguel Nepantla, cerca de los majestuosos volcanes: Iztaccíhuatl y Popocatépetl,[1] en el Estado de México, a escasos 70 kilómetros de la Ciudad de México, hace más de 350 años, nació una mujer que marcó el mundo de las letras mexicanas e hispanoamericanas: Juana de Asbaje (o Asuaje) y Ramírez de Santillana, quien ha sido conocida en el mundo como Sor Juana Inés de la Cruz.
La vida de Juana transcurrió de manera poco usual para la época en la que vivió. En México –en aquel entonces llamado Nueva España– el dominio era del rey de España Felipe IV y luego de su sucesor Carlos II “el Hechizado”, cuyo representante, el Virrey, comandaba el país con la ayuda y supervisión de un representante de la iglesia católica, normalmente un obispo o arzobispo.

jueves, 8 de julio de 2010

Porque te amo

A Sor Juana

Porque me robaste la infancia
y en dulce sueño aprendí a quererte.
Porque me envolviste en tu juego barroco clandestino
con juegos de palabras y frases sibilinas,
retruécanos incandescentes, hipálages oscuras,
ardientes metáforas e hiperbólicos versos.
Porque me miré en ti y quedé deslumbrada
y contemplé la sombra en inequívoco haz de tinieblas
y derroteros yermos y campos tramontanos
me llevaron hasta la  frente ufana de diosas celestes,
arcanos transmigrados, hechizos alquímicos y torvos.
Porque no encontré manantiales que calmasen mi sed,
mi aterradora sed de suspiros, de caricias y de miedos
que rozaban en fresco carmesí ataviados de mil voces,
colores inundados de frescos y pesados tapices
que bordean los muros de este insoportable, atávico
clamor de mi esperanza nocturna.
Porque me reflejé en tu espejo silencioso de Harpócrates
y de Mineidas y miles Nictimenes que acechaban
en negras noches, mantos dolorosos, temores
ardores, clamores, amores, dolores coloridos de espanto.
Porque soy tuya y de nadie más, Sor Juana niña enardecida
por el encanto de mil monjes y monjas que arrastran
lamentos, duelos, quebrantos, llantos.
Porque sin ti no hay un ayer ni un mañana
porque es así y simplemente porque en esta noche
te amo.

Susana Arroyo-Furphy
Poemario en preparación "Yo creo" - 2010  

viernes, 11 de junio de 2010

Amenábar, Ágora y yo






Hace varios días fui a ver la película “Ágora” en la clausura del Festival de Cine Español de Brisbane, en Australia. El festival concluyó con una copa de vino o una cerveza “Corona” y fue amenizada por estruendosa música. No era de esperarse semejante estrépito, por lo que decidimos marcharnos cuanto antes sin esperar las anunciadas “tapas” que creo que nunca llegaron. Generalmente estas clausuras o aperturas son bastante impersonales y, al parecer, ruidosas. Sin embargo, se agradece el trabajo de organización por traer algo de lo “español” o la idea de “hispanidad” a esta zona del Down Under.

viernes, 14 de mayo de 2010

La mujer... ¿objeto sexual?





Hace muchos años un colega me dijo que las chicas con minifalda –eso fue realmente hace muchos años, cuando la minifalda estaba en su apogeo– las hacía más deseables a los ojos de los hombres y más vulnerables. Yo no entendí o no quise entender o no me importó el anatema hasta que, al paso inexorable del tiempo, he constatado la maledicencia.
Ahora que han pasado más de 30 años del invento que hiciera Mary Quant y que popularizara la revista Vogue: un adminículo que se porta entre la cintura y 15 o 20 centímetros arriba de la rodilla, ha cambiado mas no dramáticamente, el “objeto del deseo”.

sábado, 10 de abril de 2010

500 DAYS OF SUMMER





Quisiera hablar de…
500 Days of Summer, de Marc Webb
Susana Arroyo-Furphy
No one’s got it all
no one’s got it all
Hero, Regina Spektor
El director Marc Webb hace arribo a la industria del cine con esta cinta indie cuya originalidad reside en factores simples: una buena historia de (no) amor; frescura, audaz y alternativa música; personajes bien dirigidos y un ambiente creíble.
El diseño de la historia es claro, se acerca a la propuesta de A. J. Greimas: “mientras más complejo es el código, más claro es el mensaje”. En la sencilla apariencia de la película se desencadena un complejo entramado asincrónico con marcada influencia de la elaboración de videos, especialidad de Webb.